Explorar los pueblos de la Ribera Navarra es una excelente manera de disfrutar del turismo rural en esta región del sur de Navarra. Te presentamos algunos de los lugares más bonitos que no puedes dejar de visitar.
Fitero
Fitero es un lugar ideal para quienes buscan combinar historia, arte y relax.
Su Monasterio de Santa María la Real, fundado en 1140, fue el primer cenobio cisterciense de España y es una auténtica maravilla arquitectónica. Además de su impresionante iglesia, la cripta y el claustro son visitas obligadas.
Fitero también es famoso por sus balnearios, que ya eran utilizados en tiempos romanos. Sus aguas termales hacen que este pequeño pueblo sea un destino perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza.
Para los más aventureros, la zona ofrece rutas como el circuito de Roscas, un paisaje de curiosas formaciones geológicas.
Imagen: Monasterio de Fitero, Navarra, por Javier Campos
Cascante
Cascante es uno de los pueblos de la Ribera navarra con un importante patrimonio religioso.
Su joya arquitectónica es la Basílica de Nuestra Señora del Romero, que domina el paisaje desde lo alto, y te invita a subir y disfrutar de las vistas.
Este pueblo también es hogar de otras dos iglesias: la de la Asunción y la de la Victoria, así como un museo etnográfico que te permitirá adentrarte en las tradiciones locales.
Cascante también está rodeado de viñas y naturaleza, siendo el lugar perfecto para disfrutar de paseos al aire libre.
Imagen: Basílica de Nuestra Señora del Romero, Navarra, por Javier Campos
Corella
Corella es conocida por su impresionante arquitectura barroca.
Al pasear por sus calles, podrás admirar elegantes palacios y monumentos religiosos como la Iglesia de San Miguel y el Museo de Arte Sacro, que alberga una valiosa colección de piezas.
Corella es un lugar perfecto para los amantes del arte y la historia, que podrán disfrutar de visitas guiadas o seguir rutas auto guiadas para descubrir sus tesoros.
Cortes
Cortes es famoso por su castillo medieval, uno de los pueblos de la Ribera navarra que tiene su fortaleza mejor conservada, data del siglo XII y fue restaurado en el siglo XIX.
El castillo ha sido testigo de importantes episodios históricos y ofrece a los visitantes la oportunidad de descubrir su mobiliario original y una interesante colección de arte.
Rodeado de un gran parque, Cortes también ofrece otros puntos de interés como el yacimiento arqueológico del Alto de la Cruz o el curioso museo del huevo de avestruz, que hacen de este lugar un destino único en la Ribera.
Cintruénigo
Cintruénigo es un pueblo que combina tradición y modernidad, con una rica gastronomía.
Entre sus platos más típicos se encuentran los espárragos con huevos escalfados, las migas dulces y las pochas, platos que reflejan la riqueza de las huertas locales.
Además, Cintruénigo cuenta con un importante patrimonio religioso, con monumentos como la Basílica de la Purísima y la Iglesia de San Juan Bautista, que son un reflejo de su historia y cultura.
Tudela
Tudela, la capital de la Ribera de Navarra, es famosa por su impresionante Catedral de Santa María y su Casco Viejo, que guarda siglos de historia.
Conocida también por su rica gastronomía basada en los productos de la huerta, en Tudela podrás disfrutar de platos como la borraja, los espárragos y las alcachofas.
Además de su patrimonio monumental, la ciudad también ofrece una curiosa ruta de arte urbano que añade un toque moderno a su centro histórico. Sin duda, Tudela es una parada obligatoria en cualquier recorrido por la Ribera.
Imagen: Plaza de los Fueros en Tudela, Navarra, por Javier Campos
Además de su rico patrimonio histórico y cultural, algo que distingue a todos estos pueblos de la Ribera navarra es su excepcional gastronomía, especialmente por la calidad de sus verduras.
Los productos de la huerta navarra son una verdadera delicia, y visitar esta región es una excelente oportunidad para disfrutar de platos tradicionales elaborados con ingredientes frescos y locales.